Los
alimentos imprescindibles en tu nevera
Disponer de un "fondo de
nevera" permite tener a mano alimentos con los que improvisar un menú o un
plato en pocos minutos.
Los alimentos guardados en
la nevera son perecederos y se han de comer y reponer en el plazo de unos días
o muy pocas semanas. Tanto si se prevé estar un tiempo fuera de casa como si no
se cocina con asiduidad, es útil disponer de un "fondo de nevera" y
contar con unos alimentos básicos para improvisar una comida en pocos minutos.
Pero, ¿qué alimentos son esos? Por seguridad alimentaria, es importante seguir
unas normas básicas para evitar cualquier contratiempo; desde fijarse en la
fecha de caducidad o de consumo preferente de los alimentos que se dejan en el
frigorífico hasta comprobar el estado de los envases,
así como la limpieza del
propio electrodoméstico. A continuación se propone una
lista con los ocho alimentos indispensables en la nevera.
Los ocho alimentos indispensables en la nevera
Los alimentos en el
frigorífico duran unos pocos días o, como mucho, un par de semanas
Pocos días, o a lo sumo un
par de semanas, es el tiempo que duran los alimentos en el frigorífico; menos
si ya se han abierto sus envases originales. Sin embargo, esto no es
impedimento para disponer de un "fondo de nevera" que permita tener
algunos alimentos en buen estado y a mano con los que improvisar un menú
rápido en pocos minutos. Estos son:
Media docena de huevos. Los huevos no requieren unas
condiciones especiales de conservación, si bien es aconsejable mantenerlos en
el frigorífico para aumentar su vida
útil y limitar con el propio frío el crecimiento de bacterias
patógenas como la Salmonella. No pueden faltar en la nevera media o una docena de huevos porque, al ser alimentos completos desde
el punto de vista nutricional y con múltiples posibilidades culinarias, permiten
elaborar platos nutritivos y que sacian: tortillas, revueltos, huevos duros,
crepes, pudings, o incluso, postres dulces como natillas o flanes.
Leche o bebida vegetal. Las cajas de leche o de bebidas vegetales
abiertas suelen dar sorpresas desagradables si no se consumen. Más de 4 o 5
días después de abrirlas, se conservan mal. Pasar el contenido del tetrabrik a
un recipiente de cierre hermético, como una botella de cristal, puede alargar
su duración. No obstante, estos alimentos no se conservan en buen estado
durante más tiempo de los días sugeridos. Ante la duda, es mejor guardar una
caja cerrada.
Yogures. Asegurarse de que la fecha de caducidad de
los yogures sea lo más alejada posible a la fecha de compra hace posible
disponer de estos alimentos durante más tiempo en el frigorífico. El postre del
menú o el tentempié de desayunos, almuerzos o meriendas también están
garantizados con estos lácteos.
Jamón serrano y queso. Un paquete de jamón serrano en lonchas o una
cuña de queso sacan de un apuro si se necesita componer un plato del menú o un
bocadillo en un momento de emergencia. Envasados al vacío se conservan en
perfecto estado en el frigorífico durante días y semanas, por lo que esta es la
forma más aconsejable de guardarlos si se prevé una ausencia prolongada.
Bolsas de ensaladas. Los productos de quinta gama como
las ensaladas envasadas, limpias y listas para el consumo, tienen un periodo de
caducidad de unos 7 días en bolsa cerrada. Disponer de un par de bolsas en el
frigorífico sirve de "comodín" para improvisar una nutritiva y fresca
ensalada al retornar a casa.
Alimentos en conserva. Ya sean pescados, verduras o
legumbres, los alimentos en conserva deben consumirse en cuestión de pocos
días, una vez que se ha abierto el envase. Para alargar su periodo de vida útil
desde unas horas hasta un par de días más, conviene pasar los restos de las
conservas a un recipiente de cristal con cierre hermético.
Aguacate y
frutas de piel dura. Las frutas y frutos de piel más dura -como el
aguacate, las manzanas, las naranjas o los plátanos- aguantan más tiempo, por
lo que se pueden conservar más días en el frigorífico. La piel del plátano
ennegrece con el frío, pero este cambio en el
aspecto no afecta a su
sabor ni a su calidad. Con un aguacate troceado se puede elaborar una ensalada
más energética y muy nutritiva. El aguacate junto con maíz en grano, tomate y
cebolla troceados y atún desmenuzado, da lugar a una mezcla original con la que
aderezar el plato de pasta para ese día.
Zanahorias y cebollas. Son, con diferencia, las hortalizas más
duraderas. Un ramillete de zanahorias y de cebollas frescas en el frigorífico
permite disponer de estos saludables vegetales para improvisar platos bien
diversos: ensaladas, cremas de verduras, salteados para mezclar con arroz,
pasta o legumbres, etc.
La importancia de rotar
los alimentos que se conservan
Para asegurar la higiene
en despensas y cámaras frigoríficas o congeladoras, es importante limpiar y
desinfectar los espacios con regularidad y comprobar la rotación de los
productos. De este modo, han de consumirse primero los alimentos que
lleven más tiempo almacenados.
Evitar el acumulo de hielo en los evaporadores, así como el goteo de
agua sobre los alimentos.
Sustituir los envases
originales que estén sucios o deteriorados por otros nuevos o limpios y
respetar las fechas de
caducidad o consumo preferente son hábitos necesarios para
aprovechar al máximo los alimentos en buen estado. Además, se han de evitar las
contaminaciones cruzadas y la transmisión de olores de unos alimentos a otros,
de modo que se colocarán de manera agrupada según su naturaleza o su estado, si
están crudos o ya cocinados.
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