Leche de almendras,
una buena alternativa vegetal
Si estás
buscando alternativas a la leche de vaca, la de almendras puede
ser una buena y nutritiva opción, tanto para niños como para adultos (e
incluso ancianos).
Si las proteínas de origen animal puede ser dañinas por contener un
exceso de purinas que puede llevar a ocasionar toxinas innecesarias en el
organismo, las de origen vegetal son una opción en general más saludable.
De más fácil digestión, la
leche de almendras se presenta además como una alternativa acorde para
las personas que sufren de alergias alimentarias. Rica en potasio,
buena fuente de calcio y fósforo, aporta buena cantidad de
fibras (tanto solubles como insolubles) y de aceite linoleico (beneficioso
contra el colesterol malo). Dentro de las vitaminas, destaca su proporción
de A, E, B1 y B2.
La preparación casera
de la leche de almendras es sencilla: sólo deben pelarse y licuar con
agua. Aunque dependerá del gusto de cada uno, por lo general, con unas 15
almendras por vaso será suficiente.
Para pelarlas, se pueden
sumergir en agua hirviendo durante un par de minutos. Luego, se deberán licuar
las almendras peladas con el vaso de agua. Podrás consumirla al natural,
azucarada o con edulcorante, según tus preferencias personales.
Finalmente, destaquemos
algunos de las propiedades de la leche de almendras: a nivel
cardiovascular, es de ayuda para las personas que sufren de colesterol o
triglicéridos elevados; y es adecuada para los sujetos que hayan sufrido
cuadros de diarreas o vómitos gracias a su alto contenido de potasio y bajo en
sodio.
Otras ventajas incluyen
que es de alivio para los casos de gastritis, y que gracias a su buena relación
calcio / fósforo es ideal para todas las etapas de la vida; además, protege las
paredes intestinales gracias a su alto porcentaje de fibra y ayuda a mejorar el
tránsito intestinal.
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